¿Qué es la Terapia Miofascial?

Es una rama de la Fisioterapia dirigida al tratamiento manual de los desórdenes más comunes que afectan al aparato locomotor como consecuencia de diferentes tipos de traumatismo (fracturas, esguinces, golpes, etc…) que producen dolorosas y limitantes cicatrices internas o externas que conllevan la limitación del movimiento haciendo que este sea menos efectivo. También surgen a raíz de los cambios relacionados con procesos reumáticos, artríticos o artrósicos que afecta el buen funcionamiento de la columna vertebral, las rodillas, los hombros y otras articulaciones del cuerpo humano.

El proceso de tratamiento consistirá en ejercer una leve presión sostenida con nuestras manos buscando generar nuevas profundidades tridimensionales y evitando que el cuerpo tome como normales patrones patológicos. Dichos tratamientos son individuales y pueden tener una duración entre 20 minutos y una hora.

Indicaciones

Las típicas dolencias con las que obtenemos buenos resultados aplicando dichas técnicas son:

  • Tendinopatías crónicas (tendinitis-tendinosis rotuliana, aquilea, isquiotibiales, pubalgias, epicondilitis, supraespinoso-manguito rotador).
  • Lumbalgias,
  • Cervicalgias,
  • Dorsalgias,
  • Esguince crónico de tobillo.
  • Dolores cervicales producidos por accidente de coche,
  • Esguinces de tobillo, y
  • Otras patologías que incluyen incluso los estados de ansiedad del paciente.

¿Qué es la fascia?

La fascia es una red tridimensional de tejido conectivo que, de forma ininterrumpida, está presente en todo el organismo variando su estructura, grosor y composición según las fuerzas que puede soportar en cada región corporal (Pilat, 2003). Otros autores como Paoletti (Paoletti, 2004) la definen como una envoltura superficial de todo el cuerpo que se divide numerosas veces hasta volverse más profunda. Para aumentar su eficacia, se une a las estructuras óseas, no porque sea una simple continuación sino gracias a la interpenetración con las trabéculas óseas mediante las fibras de Sharpey.

Fascia

La fascia constituye, por tanto, una red ininterrumpida que va desde la cabeza hasta los pies y del exterior al interior. En ningún momento encontramos interrupción de la fascia, únicamente toma relevo en las estructuras óseas. Es importante reseñar que, presente en todos los niveles del cuerpo, no sólo envuelve cada estructura, órgano, nervio o vaso, sino que se insinúa en el interior de cada una de estas estructuras para formar su matriz y sostén.

¿Por qué resulta interesante liberar las fascias mediante tratamientos?

Los tratamientos que pretenden conseguir una óptima recuperación funcional del paciente no pueden dejar de lado el sistema miofascial. Estudios realizados por M. F. Barnes (1997), muestran cómo la fascia se reorganiza a lo largo de líneas de tensión que están presentes en todo el cuerpo y que se encargan de proporcionar un sostén a la mala alineación, ayudando así a proteger nuestro cuerpo de traumatismos mayores. Los fisioterapeutas mediante la aplicación de presiones manuales, pueden provocar cambios en el tejido fascial y favorecer el proceso de recuperación funcional de patologías del aparato locomotor. Con estas técnicas se busca restablecer la función orgánica que tras una alteración, como puede ser un traumatismo o una mala postura, se encuentra alterada.